miércoles, septiembre 09, 2015

MONTAÑISMO POR SIERRA NAVADA


MONTAÑISMO POR SIERRA NEVADA
El 23 de agosto de 2015 salimos padre e hijo de Capileira a las 8,30 en un Mini-Bus de la Sierra que nos llevó hasta el Chorrillo.
o mirador de Trevélez.

Mirador de Trevélez



Mientras los demás compañeros de autobús iniciaban la subida hacia el Mulhacén


Cumbre del Mulhacén
  
Desde allí, mochila acuestas, nos dirigimos hasta el Refugio del Poqueira situado a 2.000 m. donde desayunamos y tomamos un pequeño descanso.



 Refugio del Poqueira



 Reanudamos la marcha guiados por GPS  hasta el Río Seco, por el que subimos con gran esfuerzo.


Seguimos hasta el antiguo carril de vehículos, anulado en la actualidad para bien de la montaña y los montañeros.



Antiguo carril de coches
El trazado semi-plano nos permite acelerar el paso hasta el “Refugio de la Carigüela”  donde se concentra uno de los últimos restos de nieve  y se  avista  la parte norte done la que la Estación de Esquí permanece inactiva por la ausencia de nieve en verano.
 Paso con cadenas




Por allí nos dirigimos al Refugio de La Carriguela, comprobando que está en perfectas condiciones para dormir, aunque para ello se ha de llevar saco de dormir, comida y agua. 


 Refugio de la Carriguela

Comprobamos que el refugio estaba bastante bien cuidado, aunque para pernotar se ha de llevar saco de dormir, comida y agua.
Vistas de la estación de esquí
Tras unos minutos de descanso iniciamos la subida hacia el Veleta situado a 3.392 m, volviendo a sentir el cansancio que produce la ascensión a esas alturas. 

 Pico del Veleta
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 Una vez en su cumbre nos sentamos para dar cuenta de los bocadillos que portábamos en las mochilas, compartimos espacio con otros montañeros que, a pié o en bicicleta, habían subido hasta allí muchos de ellos desde Granada por la cara norte. Eran las 14 horas y nos sentíamos cómodos y con buen ánimo al haber podido cumplir la primera parte del día.


Montañeros en el Veleta

Una vez aspira el aire de las alturas y saboreado los bocadillos que llevábamos el las mochilas, iniciamos el descenso y posterior dirección a la Laguna de La Caldera, pasándola por el lado Este hasta situarnos al pie del Mulhacén done miramos hacia arriba para calibrar como estábamos de ánimo y fuerzas para iniciar la subida.
Mi hijo me recomendó ir poco a poco y si en algún momento me fallaban las fuerzas o sentía sensación de mareo descansara y me volviera hacia abajo.
Con ese pensamiento iniciamos la subida y con el esfuerzo correspondiente y la constancia necesaria pude adelantar al más joven de los dos mientras él sacaba fotografías a una cabra hispánica que caminaba por allí.




Y pude llegar al pico del Mulhacén
Una vez disfrutado de la cumbre y descansado un poquito, iniciamos el descenso hasta el Refugio del Poqueira, donde nos tomamos unas cervezas con palomitas. A continuación nos dimos una buena ducha, nos pusimos ropa limpia y nos dispusimos a tomarnos la cena que nos sirvieron en el comedor del refugio.
Después de una animada conversación con otros montañeros salimos a contemplar las estrellas que desde aquella altura se ven muy bien.
Finalmente nos metimos en la cama, donde descansamos magníficamente.
Al día siguiente iniciamos el regreso y pudimos ver y acariciar un bellísimo caballo cerca de una majada de pastores
Y llegado al Mirador de Trevélez subimos al autobús pensando en el verano siguiente para volver a las Siete Lagunas, la alcazaba y Trevélez.

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