HÁBITOS DE CONSUMO

HABITOS DE CONSUMO
5 de abril de 1998
Este invierno ha sido uno entre los que la población ha tenido que soportar la famosa gripe y los catarros, pero por suerte para nosotros, Pepita y yo nos hemos librado de la enfermedad y las molestias que la acompañan. Y sospechamos que pudo tener algo que ver como nos alimentamos: tomamos una dieta con abundantes verduras y frutas, productos lácteos, algo de carne, jamón, arroz, pescado, pasta, huevos, aceite de oliva, cereales, legumbres y abundantes líquidos.
Entre las frutas, procuramos que no falten los cítricos con alto contenido en vitamina c, como: naranjas, limones y también kivis; los lácteos en forma de leche, queso y yogur; la carne y la pasta de diferentes formas; el arroz en paella, a la cubana y otras formas, así como el pescado y los huevos; los cereales en el pan y en copos para el desayuno; las legumbres como: judías, garbanzos y lenteja, sin olvidar el aceite de oliva preferentemente crudo.
La comida central del día la acompañamos con una ensalada de lechuga, tomate, olivas y zanahoria rayada. Después tomamos una infusión digestiva, edulcorada con sacarina, que aprovechamos para ingerir algún medicamento prescrito por el médico. Esta alimentación, exenta de grasa animal, es adecuada para personas como nosotros, que por nuestra condición de jubilados, hacemos pocos esfuerzos, aunque si algo de gimnasia para mantener el mínimo nivel físico y psíquico.
Alimentarse es necesario para todo ser viviente, pero la cantidad y consistencia de los alimentos debería tener en cuenta, el esfuerzo que se vaya a realizar y la temperatura que se haya de soportar; además de distinguir entre: niños, jóvenes, adultos o jubilados. Esto no siempre es posible por múltiples causas que no vamos a analizar ahora, pero siempre, que pueda ser, deberíamos tomar los alimentos más convenientes para nuestra salud y bienestar, aunque para ello tengamos que renunciar a algunos alimentos de los que más nos gustan.
Sabemos que nuestros antepasados aprendían viendo y escuchando a sus mayores, pero nosotros tenemos las experiencias de muchas generaciones, escritas y grabadas, que debemos aprovechar para disfrutar de una vida mejor.
Tomás Martín Cifuentes