IGNORANCIA, DESGRACIA
Y CRUELDAD
Hace unos días que murió el protagonista de la
historia que me siento en la necesidad de contarles, se trata de una persona
del género masculino que nació en el seno de una familia con deficiencias de índole educativo, cultural, económico,
humano, de relación...
Sus padres habían formado una familia sin la preparación adecuada y las
consecuencias fueron catastróficas para la mayoría de los hermanos del protagonista
al que llamaremos "Ignacio" para evitar la inconveniencia de aplicarle su propio
nombre.
El mayor de los hermanos murió por un disparo de su
propia escopeta al golpear con la culata de la misma a otro joven por los malos
entendidos de ambos sobre una chica.
La mayor de las hermanas a la que llamaban "Juana
la tonta" se marchó de la casa familiar, en parte por su incapacidad para
salir adelante con sus deficiencias, ausencia de ayuda siempre necesaria para una persona con
minusvalías, y en parte por las palizas recibidas de su padre. Condenada a una
vida de miseria y de hambre, además de la entrega de su cuerpo a sus compañeros
de desgracias y muriendo joven de enfermedades y miseria.
Después de una segunda joven que catalogaremos de
normal dentro de lo que podía esperarse en una familia tan lamentable, vino al
mundo "Ignacio" utilizado para el trabajo desde pequeño, sin asistir
ni un solo día a la escuela, como todos sus hermanos, y recibiendo correazos por parte de su padre.
A continuación nacería la tercera de las chicas que
contrajo matrimonio con un joven del
mismo pueblo y se trasladaron a Cataluña donde el marido consiguió un trabajo
bien remunerado que les permitió una vida de normalidad.
La tercera de las chicas resultó bastante liberal lo
que le llevó, según se dice, a tener hijos de padres diferentes, aunque estaba casada sólo con uno
de ellos.
El tercero de los chicos vivió sin pareja a excepción
de una temporada que le acompañó una muchacha. Y su vida transcurrió entre la
indiferencia y la soledad, hasta que le asaltó un ictus cerebral en su soledad,
permaneciendo sin atención un par de días, a consecuencia de lo cual hubo de
ser ingresado ante la imposibilidad de vivir por sus medios.
El cuarto de los chicos murió de pequeño en un
accidente cuando jugaba.
Y nuestro personaje "Ignacio" fue creciendo en
aquel ambiente familiar de imposiciones, trabajos y miserias hasta la juventud
en la que realizó la peor de sus
equivocaciones o fechorías.
Una noche de verano, que sus padres estaban en el
cortijo, convenció a una joven que se
fuera con él para formar una familia. No se sabe si ella ofreció poca o mucha
resistencia pero lo cierto fue que se la llevó a la casa de sus padres. Allí
realizó lo que suelen hacer los nuevos matrimonios o parejas el la primera
noche. Y cuando terminó de hacer la faena con ella, llamó a un amigo que permanecía escondido en la
propia casa para decirle:
Ahora te toca a ti completar el trabajo; pero él, después
de lo que había visto y ante la desesperación de la chica, no quiso ni
siquiera intentarlo.
Lo que sucedió fue que cuando la joven comprendió la
burla y humillación de la que estaba siendo objeto salió corriendo y corriendo hasta
un despeñadero de treinta metros por donde se tiró.
Yo no sé como la joven sobrevivió a la caída desde
semejante altura, ni siquiera cuanto tiempo estuvo en el fondo del precipicio, pero si sé que la recogieron moribunda y la
llevaron a un hospital donde le salvaron la vida, aunque quedara con bastantes
secuelas.
Las autoridades de la época obligaron al desgraciado
malhechor a casarse con la victima y vivir ambos una vida de desgracia en la
que ella dio a luz dos hijos que criaba con todas las dificultades del mundo
para terminar dejándolos huérfanos por su tempranera muerte.
El
protagonista "Ignacio" terminó de sacar adelante aquellos dos hijos
que cuando crecieron se marcharon en
busca de trabajo y mejores recuerdos.
El hombre de la historia, después de unos años fuera
en busca de trabajo, regresó al pueblo y compró una parcela de tierra con su vivienda, donde
se llevó a su madre viuda, la cual le hizo donación de la vivienda familiar.
Así cuando su madre murió y los hermanos supervivientes quisieron compartir la
herencia de la casa, se encontraron con una escritura de donación que hacia
dueño absoluto de ella al protagonista "Ignacio" con en consiguiente
enfado para ellos.
Ante la soledad a que estaba condenado vendió el
cortijo y se acomodó en la casa que había sido de sus padres.
Posteriormente contactó
con una mujer iberoamericana a través de no se quien, (yo pude verlo hablando por
teléfono con ella) con la que terminó casándose para inicial una vida juntos y
de cuya unión nació un hijo.
Pocos años
después, Ignacio, se vio envuelto en un
proceso de malos tratos que terminó con la separación de ambos, la concesión de la custodia del hijo a su
madre y la condena al protagonista a
pagar una cantidad para el mantenimiento del hijo de segundo matrimonio que tampoco debiera
haberse realizado.
A partir de entonces siguió condenado a una vida de
soledad y enfermedades, hasta que la muerte ha acabado con una vida de desgracias,
ignorancias, sufrimientos y hasta crueldad.
El que les escribe que conoció, jugó a las cartas
y bromeó con el
protagonista, sin
atreverse a mencionar el tema central de su principal equivocación o
fechoría ó ambas cosas a la vez, pide a Dios benevolencia para toda una familia
desgraciada y condicionada por una
situación, dura y difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario