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viernes, diciembre 09, 2011
GOLONDRINAS IMPRUDENTES Y URRACAS APROVECHADAS
Una pareja de golondrinas se disponían a trasladarse adonde cada año sacaban adelante sus pajarillos, pero antes de marchar cometieron la imprudencia de hacer una visita a un cultivo de azafrán para degustar sus finísimos frutos. Error tremendo error, ya que el vigilante las descubrió e hirió a una de ellas de una pedrada.
--La golondrina herida y con fuerte dolor, a duras penas pudo regresar a su lugar preferido para pasar las noches, donde hubo de permanecer hasta que la herida sanara, lo que representó cuatro semanas más. Por ese motivo, cuando llegaron a la residencia de verano, se encontraron con la desagradable sorpresa de que las urracas habían ocupado su nido.
--Ante aquella situación no les quedaba otro remedio que ponerse a construir otro nido trabajando desde el amanecer hasta la noche.
--Unos días después llegó Pedrito con sus padres a pasar las vacaciones y las golondrinas le contaron lo sucedido. A Pedrito le sentó muy mal la acción de las urracas y prometió a las golondrinas hacer cuanto fuera posible para que recuperaran su nido.
--En aquellos momentos llegaba uno de los mirlos que tenía su nido en el huerto de al lado preguntando como habían pasado el invierno, pero antes de extenderse en otras explicaciones le contaron la ocupación del nido por las urracas.
--El mirlo se sintió contrariado por la acción de las urracas y ofreció su colaboración para que las golondrinas recuperaran su nido.
--Entre Pedrito, las golondrinas y el mirlo acordaron convocar una reunión para solucionar el problema, y sería el propio mirlo el que llevara el aviso a los gorriones, ya que la salamandra les estaba oyendo desde su escondite bajo uno de los aleros de la terraza y las avispas, desde su avispero, también oían cuanto se acordaba.
--Al día siguiente se produjo la reunión, donde la salamandra tomó la `palabra para decir: Estamos aquí reunidos para poner solución a la ocupación del nido de las golondrinas. A lo que el mirlo contestó: Pues la solución es muy sencilla, que las urracas abandonen el nido y lo devuelvan a sus verdaderas dueñas, las golondrinas.
--Al oír esas palabras las urracas dijeron a dúo: Este nido estaba abandonado y nosotras lo hemos acondicionado, por lo que no lo dejaremos por mucho que se nos pida.
--Vosotras haréis lo que se acuerde en la reunión-dijeron las avispas-
--¿Nos obligaréis vosotras? preguntaron con cierto retintín las urracas. Pues si que os sentía fuertes.
--Os obligará la fuerza de la razón-dijeron las avispas-
--Procurad insectos inútiles que no terminéis siendo nuestro alimento-dijo una de las urracas-
--Pedrito tomó la palabra para decir: Aquí no estamos para insultar ni recibir insultos. Y vosotras urracas no deberíais ser tan intransigentes, sabiendo que la terraza donde está el nido sigue siendo de mis papás.
--¿También Pedrito nos amenaza? Es lo único que nos quedaba por ver-se lamentaban las urracas-.
--No es cuestión de amenazas, sino de que todos seamos sensatos para solucionar los conflictos de manera civilizada.
--Si ser sensatas lleva consigo que nosotras dejemos el nido no lo seremos, ni tampoco seremos civilizadas si eso nos obliga a renunciar al nido del que se habla.
--Uno de los gorriones propuso que se aprobara una resolución ordenando a las urracas devolver el nido a las golondrinas, o en su defecto que les ayudaran a construir otro nido.
--Las urracas no renunciaremos al nido ni ayudaremos a nadie a hacer el suyo-dijo una de ellas-
--Las últimas palabras de las urracas encresparon tanto los ánimos de los reunidos que comenzaron a gritar a protestar contra ellas.
--Pero ni eso ablandaba la dura posición de las urracas, dispuestas a seguir con el nido luchando contra todos si fuera necesario.
--En aquella situación los nervios comenzaban a aflorar y muy especialmente entre las avispas que sin pensárselo dos veces se lanzaron sobre las urracas con sus aguijones punzantes, aunque las ocupas protegidas por su abundante plumaje no recibían daño alguno, mientras abrían sus picos con la intención de tragarse a cuantas avispas les fuera posible, pero una de las avispas en su desesperación asestó un picotazo en la lengua de una de las urracas, cuyo dolor le hizo abrir el pico propiciando que la avispa escapara de una muerte segura, mientras la urraca quedaba retorciéndose de dolor y sintiendo como su lengua se inflamaba tanto que no le cabía dentro de su pico.
--Sorprendidos por los derroteros violentos que tomaban los acontecimientos, los reunidos pedían con insistencia la vuelta al dialogo para establecer una paz justa. Pero las urracas cogieron sus huevos y desaparecieron volando cuanto le permitían sus alas.
--Mientras las urracas se alejaban, las golondrinas daban las gracias a los reunidos por la recuperación de su nido, en el que criaron cuatro pajarillos preciosos ante la mirada alegre y protectora de sus amigos que se sentían felices por haber conseguido que la razón se impusiera sobre la injusticia.
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