martes, febrero 10, 2015

RELACIONES DE EMPRESA (Relato medio)

CITROSSA
El Sr. Juan Cabello, adquirió  la totalidad de las acciones de una Empresa  en suspensión de pagos  el  año 1972 y de inmediato se hizo cargo de la dirección, bajo el nombre de CITROSSA.
Su primera actuación fue convocar una reunión de  los empleados en un céntrico hotel de Barcelona para hacer su presentación y hablar de la nueva situación.
El Sr. Cabello, como propietario y director general, tomo la palabra para decir que el motivo de la reunión era para hacer su presentación y explicar la política que se aplicaría   y lo que se esperaba de los empleados.
Mi filosofía es muy sencilla -dijo- “Las cosas no suelen llegar solas". Se ha de poner empeño para conseguirlas, sabiendo que no siempre se consiguen, pero que si se pone ilusión, esfuerzo  y  acompaña la suerte, se pueden lograr.
Quiero que desde el principio sepan  que venimos con la convicción de hacer de “CITROSSA” una empresa próspera, Sabiendo que la rentabilidad ha de ser irrenunciable y ustedes son la parte más importante para conseguirla.
Y creemos que no existe un solo trabajador que no quiera mejorar sus condiciones  de trabajo, pero los hay  que  no saben como se llega a ello. Desde este momento,  ustedes han de comprender que en una empresa en pérdidas no puede haber mejoras salariales, ni de trabajo, ni paz social, ni nada que se le parezca; por la sencilla razón de que los beneficios son el soporte de todo ello, además de la amortización de las inversiones.
Pero no teman, ya que si  empujamos en la misma dirección, con la mecanización de la producción que se ha de hacer, y compitiendo con entusiasmo, "CITROSSA" producirá beneficios para cubrir sus necesidades.
Yo les digo las cosas como las pienso, les convoco a un esfuerzo compartido y les prometo mejoras, pero si hay personas que no se sienten identificados con mi forma de pensar, sería mejor  que renunciaran a participar en un proyecto en el que pudieran  desentonar.
La dirección será generosa con cuantos  no se sientan con ganas de participar en la maravillosa aventura de llevar esta empresa a lo más alto. Aunque me gustaría que fueran pocos o  ninguno  en esa situación.
Yo les ofrezco mis ideas, mi  trabajo y mi capital. Ustedes han de poner su inteligencia y energías para la consecución de objetivos.
No malgasten su tiempo y sus energías. Utilícenlas para hacer bien su trabajo. Y piensen que si lo hacen así conseguirán lo necesario para mejorar su situación y la de los suyos. Sin olvidar  que se les juzgará por los resultados y nunca por la calidad de las excusas.
Sepan que después de atender las necesidades básica, los excedentes de beneficios  se destinarán a la ampliación de "CITROSSA" y una pequeña cantidad a obras sociales.
Mi deseo es que "CITROSSA" se  implante en otros países pero eso ya se verá más adelante.
A los trabajadores les parecía bien que se prometieran inversiones,  pero no les gustó aquello de que "los que no quisieran compartir la nueva dinámica  se les trataría con generosidad".
La nueva dinámica  empezó a desarrollarse con normalidad y los despidos fueron sólo personas con la mirada puesta en una jubilación anticipada. Y en tanto se  llevaban a cabo las mejoras técnicas de producción se lanzaba una campaña de publicidad para reactivar la demanda, al tiempo que se procedía a la  mejora de los comerciales y contratación de monitores y  Jefes de Grupo.
La publicidad   hacía aumentar la demanda e insuflaba  entusiasmo a  los estamentos de la Empresa y la  mecanización permitía disponer de producto suficiente para atender  la demanda.
Todo se desarrollaba según el Sr. Cabello había anunciado, los trabajadores ganaban más, "CITROSSA" obtenía beneficios y se disfrutaba de un  ambiente de trabajo inmejorable. Mejor no podía ser.
En aquella situación de aumento continuado de las ventas se programaba la construcción de nuevas fábricas en Madrid y Valencia y se mejoraba la de Sevilla.
El hijo mayor del Sr. Cabello trabajaba para conseguir distribuidores en Francia y en Alemania con producto llevado de Barcelona.
En la idea de unificar los métodos de venta se intercambiaron monitores entre Madrid y Barcelona con resultados tan positivos que se hizo extensible también a Valencia y Sevilla.
Las cosas se desarrollaban tan bien que propiciaba cierta relajación en la dinámica implantada, en tanto que otras Empresas del ramo se esforzaban para reducir distancia.
En aquella situación se mostraban en televisión dos botellas del producto estrella de CITROSSA con partículas extrañas en su interior junto al producto.
Aquella acción  produjo malestar entre los trabajadores y no digamos del Sr. Juan Cabello que no regateó esfuerzo y dinero para esclarecer lo sucedido.
El resultado fue que un empleado de la propia  CITROSSA  había realizado el sabotaje, sin llegarse a aclarar  si había cobrado por ello.
Las  explicaciones del responsable de control de calidad explicaron en televisión lo sucedido y continuaron con una serie de explicaciones en los medios de información zanjaron el desafortunado incidente.
Había sido una desagradable experiencia que le daba argumentos al Sr. Cabello para insistir sobre la responsabilidad de cada uno, incluso en impedir cosas como lo ocurrido con su ex compañero.
Pasado el tiempo y olvidados del sabotaje, todo volvía a la normalidad, pero nadie había pensado en el hecho más predecible de todos, como era la muerte de Franco y, en un abril y cerrar de ojos, las cosas comenzaron a cambiar.
Muchos eran los que se apuntaron al carro de las manifestaciones y disturbios, reclamando libertades, derechos, cambios en la política y democratización de todo.
CITROSSA no fue ajena al ambiente de confusión reinante y los efectos de los rifi-rafes entre trabajadores partidarios de los sindicatos Comisiones Obreras o Unión General de Trabajadores.
Aquellas realidades o cantos de sirena, en muchos casos, afectaron a  CITROSSA porque se apartaba de la rigidez  pragmática del Sr. Cabello que le molestaba  aceptar la nueva situación.
Una de las exigencias de los trabajadores era hacer jornada   de ocho horas, ya que se venían haciendo cuantas fueran necesarias, compensadas por comisiones e incentivos, supeditados a la consecución  de objetivos.
En las reuniones del nuevo comité sindical con los jefes de departamento se llegaba al acuerdo de seguir trabajando de la misma manera con un aumento considerable de las comisiones y un nuevo sistema  para los incentivos que permitiría cobrar el 70, 80, 90 ó 100%, según los resultados.
El primer envite de la nueva situación había sido solventado y permitía a la Empresa continuar con el sistema que estaba produciendo buenos resultados. 
El dueño comentaba con su   hijo: Les hemos concedido tantas cosas y ni siquiera se sienten agradecidos. Habrá que estudiar  nueva situación y ello se ha de hacer con serenidad, por lo que se convoca reunión para el jueves próximo a las cinco de la tarde. Tenemos tres días de tiempo para reflexiona, pedir la opinión de nuestros asesores, consultar con los servicios jurídicos, hablar con los dirigentes sindicales y cuantos trabajadores sea necesario para tener conocimientos  a la hora de tomar las decisiones.
Quiero que cada uno de los Jefes y encargados venga con una  opinión formada y  con propuestas.
Tres días después comienza la reunión con la lectura, por parte del Sr. Cabello, sobre los resultados del trimestre anterior que, según  sus palabras, habían sido excelentes.
A lo que contestó el jefe de administración, Sr. Espartero: Si los resultados siguen siendo buenos ¿por qué preocuparse por la nueva situación de los trabajadores? Ellos siguen trabajando, aunque con algunas exigencias más que la empresa puede soportar sin dificultades.
Buenas estaríamos si al primer constipado hubiera que temer por la vida del paciente – contestó el dueño - Los resultados que se comentan son el fruto de lo que hemos hecho  tiempo atrás y ahora pretendemos  tomar decisiones para que, en el futuro, CITROSSA siga siendo competitiva, sin la interferencia de  personas que desconocen lo que cuesta mantener a flote una empresa, por lo cual espero de  ustedes diagnóstico y posibles soluciones.
El jefe de producción comentó que necesitaba contratar personar para cumplir los acuerdos firmados  para almorzar, para  fumar,  atender el comedor y recargar las máquinas  de café.
¿Y no ha  pensado en  alguna  solución alternativa?
la verdad es que no las veo.
El director comercial dijo que si los trabajadores decidían trabajar sólo 8 horas tendría problemas con los posibles clientes que se dejara de visitar.
¿Y que propone para una cosa que, de momento, no se produce? Porque acabamos de firmar un acuerdo para seguir trabajando como se ha  venido haciendo.
1º. Reestructurar las rutas, adecuándolas a la nueva situación.
2º. Estudiar a cuantos clientes se les visita cada semana y podrían visitar  quincenal o trisemanal.
3º.Estudiar unos incentivos para los que terminen el trabajo encomendado.
4º.A largo plazo, tener en cuenta en los convenios, aumentar más la comisión por ventas y distribución y menos el fijo establecido.
5º.Preparar unas propuestas para que pasen a ser autónomos todos cuantos podamos convencer y, de esta manera, cobrarían los vendedores por lo que vendieran y los repartidores por lo que repartieran.
Si quiere mi opinión –dijo el dueño- le diré que me parecen bien sus propuestas.
¿Y que nos trae el jefe de personal?
A mi me preocupa que las relaciones entre los directivos y el personal a su mando se deterioren y que los dirigentes sindicales se instalen en la reivindicación permanente, pues las peticiones que se han tenido que aceptar les animarán a ello.
¿Y que soluciones propone usted?
Yo soy partidario de la línea dura –respondió el señor Fausto-. Actual con firmeza puede ser desagradable y hasta arriesgado, pero a la larga no hay otro camino. Hay que vigilar a los cabecillas y si se les coge en fallos sancionarlos, llegando hasta el despido si la gravedad de la acción les hace merecedores de ello. Restablecer la disciplina para que comprendan que la democracia no autoriza a incumplir lo que cada uno tiene asignado y, en cuanto a nosotros, estar siempre preparados para soportar una huelga, si llegara, con el menor coste posible.  
Yo creía, que en CITROSSA se sancionaba  todo el que se hace merecedor a ello, igual que se ha de premiar a los que con su buen hacer, dedicación y eficiencia consiguen éxitos para la Compañía y con su ejemplo hacen que otros trabajen mejor y sean más  eficaces, pero ahora me entero que se ha de sancionar a los componentes del Comité Sindicales cuando se le coja en fallo. Perdóneme señor Fausto – Yo no puedo estar de acuerdo con su propuesta, aunque si sería conveniente tener alguna persona de nuestra confianza  en esos comités para saber por donde se orientan las cosas. Usted sabe bien que a mi me gusta la disciplina y le recuerdo que es necesaria para que una colectividad humana consiga los resultados deseados, pero también ha de aprender que en ciertas situaciones se ha de actual con prudencia y, por supuesto, sin crear  enfrentamientos. Hable con todas las personas que sea necesario, incluyendo a nuestros asesores,  no pierda la calma en ningún momento  y mantenga el orden y las buenas maneras en las relaciones entre todos.
Y el señor Espartero  ¿Qué nos dice?
En la administración  venimos aplicando las nuevas concesiones  con normalidad, por la buena convivencia que hay entre todos, lo que hace que unos ayuden a terminar el trabajo de otros, aunque no sea de su especialidad y en contadísimas ocasiones acudimos a las horas extras.
Pues siga así, sin olvidar que hasta las cosas que van bien se pueden mejorar.
Resumiendo:
El jefe de producción cederá el servicio de comidas y bebidas a una empresa exterior. Reordenará el personal para permitirles el tiempo de almorzar y  fumar, a los que sean fumadores. Y como último recurso hacer propuesta de aumento del personal imprescindible, aunque yo preferiría mejor pagar algunas horas extras.
La dirección comercial presentará un sistema de incentivos para los vendedores que  terminen el trabajo encomendado. Igualmente para los repartidores que no devuelvan pedidos. Y sin pausa estudiar una propuesta atractiva resaltando las ventajas que les puede aportar hacerse  autónomos.
El departamento de personal dirigido por el señor Fausto establecerá  normas de conducta basadas en la firmeza  sin enfrentamientos, sancionando a todo el que  deje de cumplir con su cometido. A todos. Incluyendo  los representantes sindicales, pero estudiando antes los motivos por si las atenuantes les eximen de culpa. Y siempre con el asesoramiento de nuestros servicios jurídicos.
Y por lo que a mí respecta queda terminada la reunión, aunque si hay alguna duda se ruega la exponga para su aclaración.
Como no se pidió ninguna aclaración se entendió que todos sabían lo que deberían hacer, por lo que terminada la reunión cada uno volvió a su lugar de trabajo.
En las naves de producción se comentaban  las peticiones realizadas por los representantes sindicales, a lo que algunos decían:
Tanto exigir nos puede acarrear malas consecuencias. Siempre hemos trabajado y el Sr. Juan se ha portado bien con nosotros.
Claro – contestó Fulgencio – (Fulgencio era uno de los del comité) siempre hemos hecho lo que se nos ha pedido y mientras la  Empresa se hace cada vez más grande y obtiene  mayores beneficios, nosotros  vivimos  apretándonos el cinturón y el Jefazo y su familia disponen siempre más de lo que podrían gastar. ¿Vosotros sabéis que en Europa cobran el doble por el trabajo que nosotros realizamos?
¿Tanto cobran? – preguntó uno de los que escuchaban –
Y no sólo eso. Cobran una paga de beneficios y otra por vacaciones.
¿En todo Europa? –preguntó uno de ellos-
En todo Europa no. Pero si en Francia, Alemania, Gran Bretaña, Suiza…
Pero en España las cosas no pueden ser como si el Dictador siguiera gobernando –dijo uno que trabajaba cerca de allí-
Esa es nuestra perdición, que circulamos en el vagón de cola, en cuanto a sueldos y mejoras sociales y ya va siendo hora de que las cosas cambien.
Cuidado, que viene el encargado - se oyó en voz baja-
Aunque la mayoría de trabajadores no querían participar de las reivindicaciones, la ebullición de los sindicalitas terminaba por arrastrar a los más impresionables y al tiempo que cambiaban las políticas también cambiaba la acción sindical  en los centros de trabajo y reuniones comarcales  donde se presentaban estrategias y se daban consignas.
El resultado fue que en CITROSSA se llegó a la huelga, a pesar de las mejoras concedidas, donde no se permitía trabajar a los que querían hacerlo, se precintaban las entradas a las plantas de fabricación y almacenes de distribución. Los piquetes actuaban con violencia destrozando los coches de los encargados. Pero lo más grave fue la irrupción de tres de ellos en una reunión entre el Sr. Cabello, su hijo y los encargados, en un restaurante de Barcelona, volcando las mesas y cuando el Sr. Cabello quiso reaccionar recibió el impacto de una silla en la cabeza que le dejó sin sentido y hubo de ser llevado al Hospital de San Pablo en ambulancia.
A partir de aquel desgraciado incidente, Gabriel el hijo del Sr. Cabello, tomó las riendas de la Empresa que volvió al trabajo, pero como el Sr. Caballo no terminaba de recuperarse, su hijo convertido en el Sr. Gabriel no se encontraba cómodo después de lo ocurrido y decidió venderla a la competencia que terminó liquidándola para hacer desaparecer los productos que tantos quebraderos de cabeza le habían proporcionado.
¿Los trabajadores de CITROSSA? Algunos fueron recolocados y otros despedidos.    

 

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