sábado, enero 23, 2016

DIECISEIS GRUPO DE POESÍAS




EL MIEDO

El pequeño ser humano
llora nada más nacer,
por sufrir al respirar
y temor a padecer. 

Llorará al pasar los meses
por miedo a la soledad,
por no saber que sucede
estando en la oscuridad. 

Y puede que sienta  miedo
al tiempo de despertar,
al no ver alguien de los suyos
que le pueda acompañar. 

Y llora ante lo extraño
por no saber  lo que es,
pensando en algún peligro
aunque no lo pueda ver. 

Y en la nueva situación
de verse en la guardería,
puede que llore por miedo,
al menos, el primer día. 

Y se sufre, en el colegio,
cuando se han de examinar
y tienen miedo a las  notas
que en casa han de presentar. 

Y después por el trabajo,
el amor y  relaciones;
que, en uno, o ambos casos
son siempre competiciones. 

Se dirá no tener miedo
 en la peor situación,
aunque sí tener respeto
a la dura competición. 

Y cuando avanza la vida
y llega la enfermedad,
temerá a muchas cosas
y el aumento de la edad. 

Y cuando en una multitud
el miedo se hace presente,
las masas corren y corren
y se atropella la gente. 

Y por el miedo a la crisis
no se  consume ni gasta
y el mundo  se paraliza
porque no corre la pasta. 

Es algo injustificado,
en quien dinero le sobra,
ralentizar el consumo
por contagio o por zozobra. 

Por eso y por otros males
el miedo es desagradable
y sus malsanos efectos,
lo hacen tan detectable. 

El miedo,  en algunos casos,
se convertirá en  terror
que es de los peores males
o quizá sea el peor. 

Porque  el terror  paraliza
y no permite decidir,
si se debe de hacer frente,
 negociar o, huir y huir...


DE LO QUE SUCEDE
¿CUÁNTO SABEMOS?

Durante los muchos años
que llevo en este mundo
¡han pasado tantas cosas!
Aunque poquísimas de ellas
pudieron ser detectadas
por parte de mis sentidos
y al tiempo ser registradas
en mi cerebro escondido.

Pero sí he participado
en  siembras de cereales;
viéndolos luego  nacer,
crecer verdes,  florecer;
y acariciarlos el viento.
Y llenarse  sus espigas
de trigo para el sustento.
¡Que en el pan es alimento!

Pude ver como las vacas
tenían dificultades
para evitar las  peleas .
La que mandaba en el grupo,
Pa poderlo mantener
debía demostrar su  fuerza,
 demostrar  su liderazgo
¡y hacerse obedecer!



Y en cuanto a los humanos,
En las cosas de este mundo,
poco he podido saber:
peleas por pequeñas cosas,
orgullos y humillaciones,
intransigencias y engaños,
insensatas pretensiones
sin avenirse a razones.

Defender las propiedades
 tenía sus dificultades,
ya que otros las querían
para sus necesidades.
Grandes luchas por las tierras
 y disputas por  el agua
alimentaban las guerras.

¡Conflictos nunca faltaban!

Y existen   grandes abusos
que producen sufrimiento
  y para poder combatirlos
se ha de utilizar la fuerza
con amenazas y acciones,
de violencia y hasta muerte;
cuando no equivocaciones
que se han de lamentar.

En Egipto de  Sacerdotes,
Palacios y Faraones;
había grandes privilegios,
trabajos y privaciones.  
Y en China, su población
para hace grandes murallas,
rozaba  la extenuación
y moría en mil batallas.




  

CON AFICIÓN DE POETAS

Estimados compañeros
de la Tertulia Constancia,
quisiera poder deciros
lo que pienso  de  todo esto;
en la actual circunstancia.

Somos un grupo cerrado
que nos gusta lo que hacemos,
sabiendo la indiferencia
del mundo ante la poesía.
¡juntitos nos protegemos!

Amigos y compañeros,
en alegre complacencia:
gozamos de los aplausos
y las palabras de aliento.
¡Y aportamos la presencia!

Se crea ambiente propicio
para adquirir  fortaleza,
y decir  lo que  pensamos,
sin temor a ser juzgado
con demasiada dureza.

El tiempo que en la tertulia
permanecemos reunidos,
adquirimos confianza,
y cargamos  energía.
¡Nos sentirnos comprendidos!

Criticamos  los políticos
Y también a los banqueros,
la conducta de  los ricos;
como se maneja el mundo.
¡Les llamamos embusteros!

Hablamos de los sin techo,
de tanta  desigualdad;
de mujeres maltratadas
y los niños mal nutridos.
¡Pedimos humanidad!

Y condenamos las guerras,
la injusticia y la maldad;
los que pisan al caído,
y los que matan a otros.
¡En nombre de su verdad!.

Somos como voceadores
que no pueden conectar
con los que siembran  el odio.
No les llegan nuestros gritos:
¡Para hacerles reaccionar!.

Y, quizá no comprendemos
 que debemos ayudar
 aportando  nuestro poquito.
Que muchos pocos hacen mucho
¡Para quien pueda necesitar!


LOS INTERESES GLOBALES

¿Cuando nos vamos a  enterar
que no existe  solución,
 ni justa ni duradera,
a las desgracias de uno
sin actual donde se genera?

Y de ello sobran  ejemplos
que demuestran  que sucede
en un reparto  desigual:   
que unos  no  puede vender
y otros  no  puede comprar.

Petróleo a precio  caro
iba bien a sus  productores
mientras pudieron vender,
pero precio tan barato
a todos hace  perder.

Cuando yo era agricultor:
si se vendían las patatas,
al año siguiente a sembrar,
y como lo hacíamos todos
 se tenían  que regalar.

Un acuerdo razonable
 beneficia a ambas partes:
 si unos obtienen ventajas
y otros costos elevados,
todo queda en zarandajas.

Mientras deseemos ventajas
eso nos ofrecerán
los que quieran estafarnos;
y después no cumplirán
si consiguen engañarnos.

Los habitantes del mundo
deberían buscar  lo justo,
y no querer siempre lo mejor:
pensando algo en aquellos

que les queda lo peor.




LA ALPUJARRA

La Alpujarra de Granada
tiene  un parque natural,
olivos, sol y naranjos
y bastante matorral.

Almendros, viñas e higueras;
castaños, cerezos, nogales
y sauces, chopos y fresnos,
encinas y robledales.

Viven piornos y púa,
donde no han plantado pinos
y en las verdes praderas
florecen bellos espinos.

Hay hierbas medicinales:
como poleo y tomillo
y también la sahareña,
el zuzón, la  manzanilla...

Hay extensos pastizales,
fuentes que riegan praderas
donde pastan las ovejas,
los  bueyes  y las terneras.

Cabra común  a manadas
que guardan unos cabreros.
Libre es la cabra hispánica
cerca de los ventisqueros.

Y se acercan a sus cumbres
los  grupos de montañeros
que utilizan los albergues
junto a otros compañeros.

Las tierras de la Alpujarra
fue patria para los moros,
cuando perdieron Granada y,
la Alhambra con sus tesoros.

Y tras luchas y conflictos
se les obligó a marchar:
gallegos, leoneses, más...
vinieron para repoblar.

Y arrancaron los morales
que habían formado parte,
del negocio de la seda
con producción importante.

Implantaron sus costumbres
desde su conocimiento:
en cultivos y  animales
para su abastecimiento.

Estaban bastante aislados
(solo  el camino Real)
permitía a los arrieros:
traer cosas y llevar.

Hasta el acento gallego
en la Alpujarra se oía,
aunque a través de los años
también desaparecía.

De aquellos repobladores,
las nuevas generaciones,
conformaron un carácter
que vencía las emociones.

Y dentro de la Alpujarra
(y del  Barranco de Poqueira)
nací y crecí en un pueblo
que le llaman Pampaneira.

Se trata de un pueblo antiguo
con sus calles empedradas,
con casas hechas de piedra,
y de blanco engalanadas.

Con otros pueblos de España
forma una asociación
de los pueblos más bonitos
que existen en la Nación.

Son largas las temporadas
las que en mi pueblo yo paso,
disfrutando de aire puro
buenas  vistas y descanso.

Poco se siembra en los campos.
¿Su fuerte?  La  hostelería.
Se  fabrica  chocolate,
y se vende  artesanía.

Ahora en la Alpujarra
no hay acentos gallegos,
televisión y turistas

llevaron acentos nuevos.

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