EL MIEDO
El pequeño ser humano
llora nada más nacer,
por sufrir al respirar
y temor a padecer.
Llorará al pasar los meses
por miedo a la soledad,
por no saber que sucede
estando en la oscuridad.
Y puede que sienta miedo
al tiempo de despertar,
al no ver alguien de los suyos
que le pueda acompañar.
Y llora ante lo extraño
por no saber lo que es,
pensando en algún peligro
aunque no lo pueda ver.
Y en la nueva situación
de verse en la guardería,
puede que llore por miedo,
al menos, el primer día.
Y se sufre, en el colegio,
cuando se han de examinar
y tienen miedo a las notas
que en casa han de presentar.
Y después por el trabajo,
el amor y relaciones;
que, en uno, o ambos casos
son siempre competiciones.
Se dirá no tener miedo
en la peor situación,
aunque sí tener respeto
a la dura competición.
Y cuando avanza la vida
y llega la enfermedad,
temerá a muchas cosas
y el aumento de la edad.
Y cuando en una multitud
el miedo se hace presente,
las masas corren y corren
y se atropella la gente.
Y por el miedo a la crisis
no se consume ni gasta
y el mundo se paraliza
porque no corre la pasta.
Es algo injustificado,
en quien dinero le sobra,
ralentizar el consumo
por contagio o por zozobra.
Por eso y por otros males
el miedo es desagradable
y sus malsanos efectos,
lo hacen tan detectable.
El miedo, en algunos casos,
se convertirá en terror
que es de los peores males
o quizá sea el peor.
Porque el terror paraliza
y no permite decidir,
si se debe de hacer frente,
negociar o, huir y huir...
¿CUÁNTO SABEMOS?
Durante los muchos años
que llevo en este mundo
¡han pasado tantas cosas!
Aunque poquísimas de ellas
pudieron ser detectadas
por parte de mis sentidos
y al tiempo ser registradas
en mi cerebro escondido.
Pero sí he participado
en siembras de cereales;
viéndolos luego nacer,
crecer verdes, florecer;
y acariciarlos el viento.
Y llenarse sus espigas
de trigo para el sustento.
¡Que en el pan es alimento!
Pude ver como las vacas
tenían dificultades
para evitar las peleas .
La que mandaba en el grupo,
Pa poderlo mantener
debía demostrar su fuerza,
demostrar
su liderazgo
¡y hacerse obedecer!
Y en cuanto a los humanos,
En las cosas de este mundo,
poco he podido saber:
peleas por pequeñas cosas,
orgullos y humillaciones,
intransigencias y engaños,
insensatas pretensiones
sin avenirse a razones.
Defender las propiedades
tenía sus dificultades,
ya que otros las querían
para sus necesidades.
Grandes luchas por las tierras
y disputas por
el agua
alimentaban las guerras.
¡Conflictos nunca faltaban!
Y existen grandes abusos
que producen sufrimiento
y para poder combatirlos
se ha de utilizar la fuerza
con amenazas y acciones,
de violencia y hasta muerte;
cuando no equivocaciones
que se han de lamentar.
En Egipto de Sacerdotes,
Palacios y Faraones;
había grandes privilegios,
trabajos y privaciones.
Y en China, su población
para hace grandes murallas,
rozaba la extenuación
y moría en mil batallas.
para hace grandes murallas,
rozaba la extenuación
y moría en mil batallas.
CON AFICIÓN DE POETAS
Estimados compañeros
de la Tertulia Constancia,
quisiera poder deciros
lo que pienso de todo
esto;
en la actual circunstancia.
Somos un grupo cerrado
que nos gusta lo que hacemos,
sabiendo la indiferencia
del mundo ante la poesía.
¡juntitos nos protegemos!
Amigos y compañeros,
en alegre complacencia:
gozamos de los aplausos
y las palabras de aliento.
¡Y aportamos la presencia!
Se crea ambiente propicio
para adquirir fortaleza,
y decir lo que
pensamos,
sin temor a ser juzgado
con demasiada dureza.
El tiempo que en la tertulia
permanecemos reunidos,
adquirimos confianza,
y cargamos energía.
¡Nos sentirnos comprendidos!
Criticamos los políticos
Y también a los banqueros,
la conducta de los ricos;
como se maneja el mundo.
¡Les llamamos embusteros!
Hablamos de los sin techo,
de tanta desigualdad;
de mujeres maltratadas
y los niños mal nutridos.
¡Pedimos humanidad!
Y condenamos las guerras,
la injusticia y la maldad;
los que pisan al caído,
y los que matan a otros.
¡En nombre de su verdad!.
Somos como voceadores
que no pueden conectar
con los que siembran el odio.
No les llegan nuestros gritos:
¡Para hacerles reaccionar!.
Y, quizá no comprendemos
que debemos ayudar
aportando
nuestro poquito.
Que muchos pocos hacen mucho
¡Para quien pueda necesitar!
LOS INTERESES GLOBALES
¿Cuando nos vamos a enterar
que no existe solución,
ni justa ni duradera,
a las desgracias de uno
sin actual donde se genera?
Y de ello sobran ejemplos
que demuestran que sucede
en un reparto desigual:
que unos no
puede vender
y otros no
puede comprar.
Petróleo a precio caro
iba bien a sus productores
mientras pudieron vender,
pero precio tan barato
a todos hace perder.
Cuando yo era agricultor:
si se vendían las patatas,
al año siguiente a sembrar,
y como lo hacíamos todos
se tenían
que regalar.
Un acuerdo razonable
beneficia a ambas partes:
si unos obtienen ventajas
y otros costos elevados,
todo queda en zarandajas.
Mientras deseemos ventajas
eso nos ofrecerán
los que quieran estafarnos;
y después no cumplirán
si consiguen engañarnos.
Los habitantes del mundo
deberían buscar lo justo,
y no querer siempre lo mejor:
pensando algo en aquellos
que les queda lo peor.
LA ALPUJARRA
La Alpujarra de Granada
tiene un parque natural,
olivos, sol y naranjos
y bastante matorral.
Almendros, viñas e higueras;
castaños, cerezos, nogales
y sauces, chopos y fresnos,
encinas y robledales.
Viven piornos y púa,
donde no han plantado pinos
y en las verdes praderas
florecen bellos espinos.
Hay hierbas medicinales:
como poleo y tomillo
y también la sahareña,
el zuzón, la manzanilla...
Hay extensos pastizales,
fuentes que riegan praderas
donde pastan las ovejas,
los bueyes y las terneras.
Cabra común a manadas
que guardan unos cabreros.
Libre es la cabra hispánica
cerca de los ventisqueros.
Y se acercan a sus cumbres
los grupos de montañeros
que utilizan los albergues
junto a otros compañeros.
Las tierras de la Alpujarra
fue patria para los moros,
cuando perdieron Granada y,
la Alhambra con sus tesoros.
Y tras luchas y conflictos
se les obligó a marchar:
gallegos, leoneses, más...
vinieron para repoblar.
Y arrancaron los morales
que habían formado parte,
del negocio de la seda
con producción importante.
Implantaron sus costumbres
desde su conocimiento:
en cultivos y animales
para su abastecimiento.
Estaban bastante aislados
(solo el camino Real)
permitía a los arrieros:
traer cosas y llevar.
Hasta el acento gallego
en la Alpujarra se oía,
aunque a través de los años
también desaparecía.
De aquellos repobladores,
las nuevas generaciones,
conformaron un carácter
que vencía las emociones.
Y dentro de la Alpujarra
(y del Barranco de Poqueira)
nací y crecí en un pueblo
que le llaman Pampaneira.
Se trata de un pueblo antiguo
con sus calles empedradas,
con casas hechas de piedra,
y de blanco engalanadas.
Con otros pueblos de España
forma una asociación
de los pueblos más bonitos
que existen en la Nación.
Son largas las temporadas
las que en mi pueblo yo paso,
disfrutando de aire puro
buenas vistas y descanso.
Poco se siembra en los campos.
¿Su fuerte? La hostelería.
Se fabrica chocolate,
y se vende artesanía.
Ahora en la Alpujarra
no hay acentos gallegos,
televisión y turistas
llevaron acentos nuevos.
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