sábado, mayo 23, 2015

REFLEXIÓN SOBRE EL CUENTO DE JUAN SIN PIERNAS


 

SOBRE EL CUENTO DE JUAN  SIN PIERNAS
 El cuento de Juan sin Piernas (de Jorge Bucay), relata como un leñador compró una sierra eléctrica y comenzó a utilizarla sin los conocimientos suficientes, por lo que el aullido de un lobo desvió su atención y la moderna sierra le cortó las piernas.
El leñador cayó en una depresión,  no por la falta de sus piernas sino por no compartir con sus amigos las cosas que hacían antes.
El  psiquiatra le explicó que sus amigos no lo evitaban porque hubieran dejado de quererlo, sino porque ahora no podían hacer lo mismo, ya que aquellas cosas se habían de hacer entre iguales y él, sin sus piernas, había de buscar otras personas en su misma situación.
Juan lo comprendió pero en vez de buscarse otras persona decidió cortarle las piernas a algunos de sus amigos. 
Juan sin Piernas es un ejemplo de lo  que cuesta adaptarse a una  situación que rompa con la rutina. Porque no se ha enseñado a desaprender, cosa necesaria para sustituir los hábitos por actividades diferentes. 
La mayoría de las personas, entre las muchas posibilidades que se les ofrecen, se quedan con algunas actividades o acciones  que repiten, cada momento, cada día, cada semana, cada mes...
Y esas repeticiones conforman un programa al que se termina por atribuir una importancia que no le corresponde. Quizá porque en esas repeticiones  se sienten cómodas y seguras.
 Yo soy una persona bastante atípica, en ese sentido, y cuando comparto con los grupos de gimnasia, yoga, poesía, lectura,  juego de cartas,  bicicleta o piscina,  veo que todas las actividades cumplen con el objetivo de ocupar el tiempo y hacer ejercicio y no encuentro dificultad en sustituir unos por otros al disponer de fuerza de voluntad y dominio de si mismos.
 
En cuanto a igualar, o sea que los amigos sean como él  serrándoles las piernas, recuerdo que el tema fue tratado por Cervantes, en "El Quijote", cuando para igualar de peso a dos personas que habían de pelear se decidía cargar al mas delgado y don quijote irónicamente propuso que, al más grueso se le cortara y escamondara hasta dejarlo con un peso igual al delgado.
 
Y refiriéndonos a los que tenemos el hábito de leer no deberíamos olvidar que los libros están cargados de opiniones y subjetividades que hemos de saber ver, aun en los casos que coincidan con nuestra  opinión que serán los más de las veces, por aquello de que somos nosotros los que elegimos los libros.  
 
A mi no me gusta que cambien los cuentos tradicionales. Y por supuesto no me parecería bien que a alguien se le ocurriera escribir que los enanitos habían violado a Blanca Nieves.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario