Señor D. José Antonio Durán y Lleida. Presidente de
Unión Democrática de Cataluña y portavoz del grupo parlamentario de
“Convergencia y Unió” en el Congreso de los Diputados.
Estimado Señor Durán:
Quiero felicitarle por su trayectoria al frente de
Unió y su participación en la política catalana y española, con un talante
siempre razonable, moderado y conciliador.
Su saber y su constancia ha hecho posible la
colaboración entre Unió y Convergencia, preservando la identidad de su
formación, a pesar de las presiones para que se diluyera en el otro partido de
la coalición.
Sus creencias y sentimientos cristianos refuerzan su
temperamento sereno y sosegado, ayudando a mejorar su perfil humano y político,
por lo cual es valorado y estimado.
Es por lo que espero y deseo que su saber y su peso
político le permitan influir para que la nueva ley del aborto que se prepara,
no salga tan permisiva como pretende el Gobierno de José Luís Rodríguez
Zapatero, escudándose en informes de una comisión de expertos. Expertos en qué?
En la eliminación de seres inocentes indefensos? A unos seres que se les
debería permitir su nacimiento como nos lo permitieron a usted y a Mí, (en mi
caso siendo el sexto hijo de una familia trabajadora) por lo que yo me siento
dichoso y feliz. Y pienso que usted también lo estará. Y otra cuestión, ¿por
qué no se estudia una posible adopción para esas criaturas antes de
eliminarlas?
Sabido es que a las cosas se les da más importancia
si quien las dice es una persona conocida y valorada, y llegarán a más o menos
personas dependiendo del lugar donde se pronuncien. Es por ello que lo que
usted diga desde el Congreso de los Diputados o desde cualquier medio de
comunicación, puede hacer que algunos de esos abortos dejen de producirse.
Yo siento que los embriones puedan manipularse tan
alegremente y que no es justo que se practiquen abortos con la excusa de que
los fetos presentan algunas deficiencias. Y mucho menos que se hagan atendiendo
sólo a la decisión y conveniencia de la mujer embarazada. Recuérdese que se
trata de la eliminación de vidas humanas y eso es muy serio, cuando toda
criatura debería disponer del primero de los derechos que es el derecho a la
vida.
Y una de las cosas en que yo no estaré nunca de
acuerdo es que no sea el mismo delito quitar la vida a un bebé que habérsela
quitado antes de nacer. Es por lo que le ruego que desde su privilegiada
posición de político y diputado defienda el derecho a la vida, en el ánimo que
si sus palabras consiguieran que una sola de las criaturas que van a ser
eliminadas antes de nacer pudiera llegar a ver la luz del día habría hecho algo
importante. Para prepararse a esa buena acción fíjese en cualquier niño de los
que vea en cualquier lugar, y dígase para sí: Este no ha sido eliminado por
el maléfico aborto. Y no olvide aquellas palabras de Sócrates en el sentido
de que: “la mejor recompensa para una buena acción será haber podido
realizarla”.
Reciba un afectuoso saludo de Tomás Martín
Cifuentes.
Barcelona a, 8 de marzo de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario