martes, mayo 12, 2015

CARTA AL SEÑOR MONTILLA CUANDO ERA PRESIDENTE DE LA GENERALIDAD DE CATALUÑA


Señor D. José Montilla. Presidente de la Generalidad de Cataluña:
Muy Honorable Presidente:

El primer objetivo de estas palabras es trasmitirle mi apoyo a la difícil negociación que están llevando a cabo con el Gobierno de España por una financiación justa.

La firmeza y seriedad con que están llevando las negociaciones demuestra que, aunque tengan afinidades con el PSOE, ustedes son el Partido Socialista de Cataluña con personalidad propia y objetivos definidos.

Y ahora que está bien claro lo que ustedes son no han de olvidar que pueden y deben hacer llegar sus propuestas al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (también en otras materias) y, sobre todo en las medidas contra la crisis, sabiendo que es arriesgado permanecer impasibles ante el deterioro de la economía y las elevadas cifras de paro.

Usted señor, Montilla, ha de influir en el Gobierno de España, no como lo hizo en su día el ex-Presidente Pujol, sino con más eficacia, por su capacidad de gestión y su correcta forma de hacer las cosas.

Desde siempre es sabido que usted es un buen gestor con capacidad además para controlar a sus socios de Gobierno, evitando controversias y malos entendidos que en nada benefician a la hora de solucionar los problemas de la gente.

Desde mi punto de vista de un currante jubilado, me parece que desde el Gobierno de Madrid no se está tomando el toro por los cuernos y se limitan a parchear la crisis, aunque sin saber o sin atreverse a tomar las medidas adecuadas.

El señor Zapatero repite una y otra vez que no se van a recortar las medidas sociales y eso está bien, pero si eso es así no es necesario tanto repetirlo.

Yo creo que lo primero que se ha de hacer, una vez reconocida la crisis y su gravedad, es saber a quienes perjudica y a quienes beneficia, porque no es cierto que la crisis perjudique a todos. Perjudica fundamentalmente a las familias que pierden sus trabajos, a los autónomos que han de cerrar sus empresas, a los fabricantes y sus redes comerciales que no encuentran compradores para sus productos...

¿A quienes beneficia? A cuantos mantengan sus ingresos, como las personas dependientes del Estado (altos cargos, funcionarios y pensionistas), por la sencilla razón: de que si mantienen los ingresos y los precios bajan y bajan, vivirán en el mejor de los mundos.

Por tanto, la primera decisión que se debería haber tomado es congelar los sueldos de todas aquellas personas que tienen asegurados sus ingresos a través del Estado, exceptuando a los jubilados con pensiones muy bajas.

Bien es verdad que para eso se ha de ser valiente y asumir algo de impopularidad momentánea, aunque si no se hace, la situación se hará insostenible conforme la situación siga deteriorándose.

Yo como pensionista, soy uno de los beneficiados de la crisis, pero me duele que aumenten las familias con dificultades y no se pongan suficientes medios para paliar su situación.

Señor Montilla, ya que estoy convencido de que como hombre y como Presidente sabe de lo difícil de la situación, le ruego que utilice toda su capacidad para negociar, en Cataluña y España, acciones contra los efectos de la crisis, sin olvidar que hay sectores como el del automóvil, que en los próximos años habrán de ser objeto de estudios y reestructuraciones, porque es imposible que el mercado pueda absorber la capacidad de las líneas de producción. Porque no se puede olvidar que otros medios de comunicación, como el ferrocarril, los autobuses e incluso las bicicletas, deben experimentar aumentos considerables en detrimento de los coches.

Reciba un saludo y continúe con su forma de negociar con eficacia y haciendo poco ruido.

Barcelona a, 21 de marzo de 2009. Tomás Martín Cifuentes

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