domingo, febrero 28, 2010

LA FELICIDAD

¿Que es la felicidad?
Séneca decía que, “la Naturaleza tenía previsto que no necesitáramos muchas cosas para ser felices y que cada uno de nosotros es capaz de crear su propia felicidad. Las cosas externas, según él, apenas tienen importancia. Todo lo que una persona necesita está más allá del poder de otra persona”.
Don Miguel de Unamuno dejó escrito, “la felicidad es una cosa que se vive y se siente y no una cosa que se razona y define. También que la felicidad no es un premio a la virtud, sino la virtud misma, y que no gozamos en ella por comprimir los apetitos, sino que por gozar de ella podemos comprimirlos”.
El Dalai Lama afirma que, “todos deseamos ser felices y nadie quiere sufrir. Y, dado que el propósito fundamental de la vida es ser felices, lo importante es descubrir que nos causará la mayor felicidad. Y que nuestra experiencia resulte agradable o desdichada es una cuestión mental o física. Por lo general es la mente la que ejerce la mayor influencia en casi todos nosotros y, por ello vale la pena tratar de alcanzar la paz mental”.

¿Qué es la felicidad?
Yo no creo que se pueda responder a la pregunta con seguridad, incluso los que lleguen a disfrutarla les puede costar explicarlo. Pero lo que si sabemos es que se trata de un estado de gran bienestar y satisfacción. Por tanto, con la premisa que es imposible definirla, iniciamos lo que quizá esté condenado al fracaso de antemano.
Empezando por mirar una de las cosas que más importancia le damos, sobre todo cuando nos falta, “la salud”. Si repasamos las personas que conocemos, veremos fácilmente que una buena salud no es suficiente para ser felices.
Y siguiendo con”el dinero”, que no dudamos de su importancia, tampoco es determinante para conseguir la felicidad.
Creo que no me equivoco si digo que existen personas que poseen grandes fortunas y no se les ve con expresión alegre y feliz. Aunque no seré yo el que diga que la felicidad va de la mano de la pobreza y menos si ésta traspasa el dintel de la miseria.
Tampoco las personas que ocupan cargos que les proporcionan: honores, influencia y poder, o los que poseen dones o capacidades especiales como: los artistas, deportistas, científicos… suelen ser felices por ello.
La felicidad puede tener su fundamento en el verdadero y por consiguiente podemos suponer que la felicidad puede estar en quien: ama y es amado, da y recibe, confía y no le defraudan, dispone de cuanto necesita, y se desliza por un entorno de paz que él ayuda a construir y consolidar.
Y si queremos conformarnos con una felicidad de andar por casa, escuchemos al más grande de los poetas alemanes, Goethe, quien nos dejó nueve puntos para la felicidad:

1. Salud suficiente para que el trabajo se convierta en placer.

2. Dinero suficiente para satisfacer las necesidades.


3. Ánimo y fuerza de voluntad suficientes para hacer frente a las dificultades.


4. Gracia suficiente para poder confesar y renegar los propios pecados, y enmendarme de ellos.

5. Paciencia suficiente para poder perseverar hasta lograr un objetivo.

6. Caridad suficiente para ver siempre la parte positiva en el prójimo.

7. Amor suficiente para que pueda ser útil a quienes me necesitan.


8. Esperanza suficiente para anular todo temor con respecto al futuro.


9. Fe suficiente para poder y llevar a cabo las cosas de Díos.