sábado, marzo 26, 2016

DAR ALAS A LOS DEMÁS





DAR ALAS A LOS DEMÁS

Nos aseguraban en un curso de Marketimg, que para dirigir un equipo comercial,  no era necesario saber vender.
Esto guarda relación con  “dar alas a los demás” que, aunque no fuéramos capaces de hacer algunas cosas para si mismos ello no impediría poder hacerlas con los demás.
Se trata de ayudar a superar obstáculos a las personas con las que hemos de convivir o simplemente pasamos tiempo cerca de ellos, siempre con afecto, dando brillo a las incipientes expectativas favorables.
Una simple mirada positiva puede motivar.
Y, aunque no sea necesario saber para  ayudar, es conveniente estar preparados para realizar aquello que queremos.
Adquirir  la preparación de “dar alas a los demás”, tiene que ver con la Autoestima y la autoimagen.
Desterrar el miedo a equivocarse y las consecuencias que ello lleva consigo.
Las malas adicciones son una carga pesada para cualquiera y más aún para los que quieran “dar alas a los demás”.
Para  conseguir una cosa lo primero que se ha de hacer es apuntarla. Si aquello es importante en nuestra vida. Se ha de apuntar.
Si hemos descubierto en nosotros malas adicciones:  Hemos de transmitir al cerebro objetivos claros.
Para cambiar, una vez identificado el problema, creérselo y estar dispuesto a librarse de el.
Hemos de saber que, aunque  el factor genético influye  un 30%, se puede cambiar.
Acción clave: hacer deporte, leer buenos libros y relacionarse con personas con autoestima.
Pensar que la vida es un juicio permanente y, que se puede cambiar, ser más feliz y ayudar a otros  a serlo.
Desterremos los miedos y los celos para quitarnos cargas maléficas y sentirnos mejor.
¿El miedo qué es? Sobre el pasado un sentimiento de culpa y sobre el futuro un sentimiento a la adversidad.
El problema de miedo al pasado se ha de solventar pidiendo perdón por lo que hemos hecho  mal e incluso restituir lo defraudado, si es que se produjo; aportando amor a los que les hemos privado de ello cuando lo merecían,  etc.
En cuanto al miedo al futuro se ha de ser más optimistas porque el futuro, es  futuro y no se puede afirmar que vaya a ser ni muy malo, ni muy bueno, aunque se hagan predicciones  negativas.
Cada día la supervivencia de la  especie humana nos pide nuevos esfuerzos; no seamos de los que quieren que los pollos   asados les lleguen volando sin pagar nada por ellos.
Seamos razonables y tratemos de huir de los extremismos.
Y para terminar os recuerdo que se pueden “dar alas a los que las necesitan”. Y para nosotros que apliquemos el sentido común.
Conocer la razón y no olvidar que cada problema tiene una solución, como sucede con el mal olor corporal que se soluciona con una ducha o un baño.
Seamos felices y demos un poquito a cuantos   estén cerca de nosotros.



viernes, marzo 04, 2016

APUNTES SOBRE AKHENATÓN Emperador DE Egipto


                                                      El último libro leído, en nuestro grupo de 

lectura, ha sido “AKHENATÓN”, del                                                            novelista  egipcio,        Maguib Mahfuz,  premiado en el 1957 con el premio nacional de las letras egipcias y en  1988 con el Premio Nobel de literatura.

Este libro es una novela basada en  Akhenatón como heredero y  Faraón,  y Nefertiti, su compañera,  esposa y reina.
El libro comienza con el empeño del periodista Miri Món por descubrir la verdad sobre el reinado de Akhenatón y Nefertiti.

Su padre, el sabio Qaqimna: le dijo:
No juzgues nada hasta haber escuchado a todas las partes. También le entregó una carta de recomendación  para ex cargos y colaboradores importantes del rey durante su reinado.

Marimón: Tebas había recuperado su edad dorada, después de la amarga experiencia del Hereje y la decadencia. Se convirtió de nuevo en la capital, su nuevo faraón Tutankhamón, hizo reverdecer el trono. Los hombres de paz y de guerra regresaron, y los sacerdotes ocuparon de nuevo los templos, los palacios volvieron a ser habitados y los jardines reverdecieron.

EL SACERDOTE DE AMÓN

El gran sacerdote del templo de Amós le recibió sentado en una silla de ébano con asideras de oro.  Y alabó su proyecto murmurando que la verdad debía de saberse.

Se inclinó hasta que le dieron permiso para sentarse, donde escuchó:
Es una triste historia, Miiri-Mon, que empezó con el rumor inocente sobre las creencias del heredero. Su madre nos había dicho:
Vosotros sois nuestro bien y nuestra bendición, sacerdote de Amón.
Nosotros somos los siervos de los dioses y del pueblo, somos los maestros, los médicos, los guías en la religión y el más allá.
La gran reina no es más que la dama reinante, aunque sabemos que nos respeta…

 Amenothep III
Quizá sea útil que te hable del gran rey Amehotep III y hasta de su abuelo Thotmés III que afianzó para él un imperio sin precedentes, en cuanto a grandeza y multitud de razas. Construyó palacios, templos y estatuas y se  hundió hasta las orejas en vino y mujeres. La astuta mujer se aprovechó de sus puntos débiles para poner en práctica su ambición sin límites.
Le dije en una ocasión:
Mi señora, vosotros sois crueles. Gobernáis con la fuerza y no con el amor.
Me respondió.
Y también con el amor. Lo que sirve para tratar a los animales salvajes no sirve para los animales domésticos.

Nunca pensamos en perjudicar al trono, pero ella era muy desconfiada debido a su mala conciencia.
Luego tubo dos gemelos. El mayor y más válido murió para perjuicio de Egipto. Este fue el hereje, de padre desconocido y cuya hombría era dudosa, afeminado…
Como su padre, se casó con una mujer humilde con ambición, cierto libertinaje; hermosa, perseverante, provocadora que se lanzó, junto a él, a una política destructiva. (Nefertiti tuvo  siete hijas de otros hombres)
De él recuerdo su figura repugnante. Se inventó un dios a su imagen, débil y femenino, padre y madre a la vez, y le atribuyó la sola función del amor.
Egipto quedó destruido, con sus templos vacíos y sus gentes hambrientas.

Era el resultado de un rey deforme, despreciable que no merecía el trono.

Construyo una nueva ciudad a la que le obligamos a emigrar con 80.000 herejes. 


Emprendieron un viaje por el imperio para para atraer  a su pueblo la impiedad.

Cuando las cosas no podían aguantar le pedimos a través de su madre que renunciara al trono. Él lo reusó y nombró a su hermano Samankhra como correinante. Nosotros no ignoramos y  elegimos a Tutankhamón para sucederle.

Ante la obcecación del loco, sus hombres decidieron abandonarle y hacer pública su lealtad al nuevo faraón.

AY

 AY, el  sabio y padre de Nefertiti, maestro del heredero dijo que le sorprendió su inteligencia y que aprendió a leer y escribir con una facilidad pasmosa. Su madre, la reina Tiy, a causa de los amoríos de su marido y la pérdida del otro hijo Thotmés, se convirtió más que en una madre, en su compañera y maestra.

Fue singular desde su más tierna juventud llegando a discutir conmigo de igual a igual. En aquel débil armazón  destacaba una voluntad de hierro. Una vez me dijo:
¡Tebas, decís que es una ciudad sagrada! No es más que un nido de comerciantes ambiciosos, libertinos y prostitutas, y ¿quiénes  son esos grandes sacerdotes maestros? ¡Acaso no son ellos quienes engañan a los humildes con sus supersticiones, piden a los pobres parte de sus limitados ingresos, seducen a las jóvenes con la excusa de bendecirlas y quienes han convertido su templo en un centro de corrupción y pendencias!
Una mañana me dijo que había oído una voz que le decía:
Yo soy el único dios, no hay más dios que yo, yo soy la verdad. Adórame a mí solo. Entrégame   tu ser , pues yo te he entregado mi amor.
Mis intentos porque dejara aquellas creencias y volviera al dios Amón no obtuvieron resultado alguno. También en mi casa hablamos sobre el tema, pero mi hija Nefertiti se ponía de su parte diciendo que era la verdad.
En aquellos tiempos, el rey atravesaba la etapa de sus últimos días con un amante que podía ser su nieta.
Su padre murió y él fue coronado emperador.
Me sorprendió como en todas partes era recibido con entusiasmo y amor junto a Nefertiti.
Se entristeció mucho ante la muerte de su hija Mikitatón.
Hizo la nueva Ciudad de Akhetatón. Después de años de expansión de las creencias en el dios único llegaron los problemas, su madre murió. Las cosas fueron de mal en peor  hasta que todas las provincias se revelaron y quedamos asediados en una cárcel llamada Akhetatón junto a nuestro dios único. Los jefes, ministros demás colaboradores se le pusieron en contra y apoyaron a nuevo emperador Tuthankamón.
Esta es la historia de Akhenatón, a quien hoy maldicen y llaman el Hereje.


HOREMHETB
Fue el único hombre de Akhenatón que conservó su empleo como jefe de la policía en la nueva situación y se le encargó acabar con la corrupción en el país. Le dijo:
Fue mi compañero de infancia, mi amigo, antes de ser mi señor. Desde que lo conocí hasta el último saludo, no tuvo en la cabeza más que la religión.
Tenía una capacidad extraordinaria para cautivar y atar el corazón de la gente.

Su destino se confirmó al casarse con Nefertiti, mujer de una gran belleza y sensibilidad. A pesar de mi amistad, pensé en matarlo con mi propia espada antes que permitir que nos arrastrara a la destrucción.

A pesar de la debilidad de su cuerpo afeminado, poseía una  determinación desafiante. Combatió a los poderosos sacerdotes y destruyó tradiciones antiguas como la magia y la superstición.

Nefertiti demostró tener una gran capacidad para ser una gran reina. Ella administraba los asuntos del rey y él se dedicaba a su misión. Los sacerdotes creían en la debilidad de Akhenatón y no comprendieron u capacidad de lucha e invención.
Él empezó a difundir su misión religiosa por todas las regiones y tuvimos días de victoria , felicidad y tranquilidad hasta que  nos pareció que aquel joven deprimente estaba destinado a destruir el mundo y a reconstruirlo a su imagen y semejanza.
Tenía mis dudas sobre el nuevo mundo que se estaba creando. ¿Resistiría el nuevo orden el paso del tiempo? ¿Acaso el amor, la paz y la alegría podría ser la balanza del mundo?.
Cuando la situación dio un vuelco, le aconsejé: “debemos cambiar la política”, pero él ebrio de entusiasmo se oponía a toda acción de retirada. Comprendí que la mejor manera de protegerle era librarse de él. La reina Tiy fracasó en el intento de hacerle recapacitar.
Tuvimos que sufrir privaciones y la muerte nos acechaba por todas partes, . Sin embargo, Akhenatón mantenía su tozudez y obstinación. Nefertiti le abandonó quizá para salvar su vida. Estaba segura que los sacerdotes la consideraban la principal responsable. Él enfermó por unos días uy después murió.

BEK

El escultor BEK dijo:
El corazón de mi señor no conocía el mal: quizá fuese el motivo de su drama. Lo cierto es que yo se lo debo todo a mi señor y maestro, le debo la religión, el arte al mismo tiempo.
Encaminó mis sentidos a la religión de Atón para después abrir mi corazón al único creador, cuya voz le reveló la fe y el amor:
Iluminas la tierra con tu luz
Y las tinieblas desaparecen.
Oh, creador del cielo y la tierra,
Del hombre y de las bestias.

Me decía también:
Dios ha creado las cosas: no juegues con ellas, reprodúcelas fielmente,
Haz que resalten con su fuerza, no dejes que sean dominados por el miedo, la avidez o los falsos credos. ¡Refleja todos los defectos de mi cara y de mi cuerpo para que en la verdad aparezca tu belleza!
Fui escultor real y marché al frente de 80.000 trabajadores y artesanos para construir la ciudad más hermosa de la tierra, Akhetatón. Con amplías avenidas, altos palacios, verdes jardines, estanques artificiales, máximo ejemplo del arte y la belleza y, que sería destruida por el odio, presa de los sacerdotes y del tiempo.
Mi señor era artista, poeta y dibujante. Entrenó sus largos y delicados dedos para conversar con la piedra. Te diré algo que solo saben unos pocos: esculpió un busto de Nefertiti que era un ejemplo de verdad y belleza. Cuando le abandonó la reina, se borró el ojo izquierdo de la estatua, como expresión de su desilusión y de su amor eterno.

TADU -HEPA

Hija del rey de Mitamni, el mejor aliado del trono de Egipto. Amenhotep III se casó con ella en sus últimos días, con sesenta años y ella quince. Akhenatón la heredó junto con el harén de su padre.
Ella empezó diciendo que le sorprendió el aspecto del heredero, una criatura fea y débil que inspiraba más desprecio que cariñó. La salud del rey empeoró y los envidiosos me acusaron de ser la causa de ello.
En el harén se hablaba sobre las actividades femeninas del rey, como el dibujo y la música y su abstención de las mujeres. Aquella despreciable criatura subió al trono junto a Nefertiti y, al harén nos prometió protección como si fuéramos animales.
La Reina Tiy re recordó la obligación para con el harén y conmigo por lo que nos visitó Nefertiti y nos saludó una a una. También nos visitó el nuevo rey y cuando me tocó a mí, le esperaba desnuda. Él se sentó en la cama y me preguntó:
¿Te gustaría tener un hijo mío?
Es mi deber, mi señor.
Yo busco el amor, ese es mi primer y último deber.
Le pregunté:
¿Acaso deseáis de mi el amor?
Me dio unas palmaditas afectuosas en la mano:
¡No en contra de tu voluntad!
Cubrió mi frente con el velo y abandonó la habitación.
La verdad, según contaban las mujeres de palacio, es que no tenía ningún tipo de relación íntima, ni él era capaz de tenerla.
Nefertiti llevaba sus caprichos amorosos con el escultor BEK y los generales Horemheb y May. ¡Algunas murmuraban que  que él no tenía relaciones sexuales más que con su madre, la reina Tiy.
¡No es extraño que un estúpido, si llega a ocupar el trono, sea capaz de arruinar un imperio!
Y si él no hubiera visto algo especial en Nefertiti, ésta no habría sido nada  más que una putilla de Tebas..
¡Ésta es la historia del imbécil y de su necia religión!


TUTU
Había sido ministro de mensajes con  Akhenatón y ocupaba el cargo de sacerdote recitador recitador en tiempo de Tutankhamón., como había hecho en tiempo de Amenhotep III
Lo primero que dijo fue:
Nunca fui infiel a Amón, ni me uní a la recua de hipócritas, pero serví al Hereje de acuerdo con el gran sacerdote  para ser su ojo vigilante en palacio y mano ejecutora cuando hiciera falte.
Esa antigua familia se distinguía por sus magníficos reyes, pero empezó a debilitarse cuando Amenhotep III, escogió una compañera d familia humilde que le dio aquel heredero fofo y estúpido.
Cuando el hereje subió al trono, el escarabajo se creyó león.
Él era consiente de su fealdad, debilidad y aspecto afeminado, pero dotado de la astucia que poseen los débiles envilecidos por su propia debilidad y consumidos por el odio.
La gente profesó la nueva fe para conservar su puesto en el nuevo estado. Todos cayeron sin honra, permitiendo al astuto escupir su veneno.
Comenté al gran sacerdote:
Hay que devastar Akhetatón y matar al Hereje, su mujer, AY, Horemheb, NAKHT,  BEK…
Me contestó:
El país no resistiría más destrucción.
Podía haber sido, un poeta, un músico pero…



MUT-NAJMAT
Comenzó por decir:
El destino hizo que viviéramos el destino del  Hereje Akhenatón. Mi padre, el sabio AY fue elegido su preceptor y nos tenía informados de sus ideas. Yo desconfiaba de sus ideas. Nefertiti tenía otro punto de vista ya que le gustaba crear polémicas a su alrededor y , aunque era inteligente no era sincera ni fiel. Eso le llevó a creer en Atón y después en el dios único Tuve que declarar mi fe en el nuevo dios para obtener todo lo posible de mi nueva situación.
Por eso no tomé en serio lo que cuentan del noble amor que unía al Hereje y la gran reina Nefertiti.
Cuando mi hermana fue elegida para esposa del heredero, mi madre me dio un beso susurrándome al oído:
Sé inteligente MUT-NAJMAT, sin duda eres mejor que ella pero no podemos nada contra la fortuna. Resígnate a ser una princesa y la vida te dará de todo si eres fiel a tu hermana.
Mis contactos con el harén me hablaron de su impotencia y que solo superaba esa impotencia con su madre.
Vivimos días tristes en Tebas pero cuando nos trasladamos a Akhetatón, la ciudad más hermosa que jamás construyera hombre, vivimos momentos de alegrías, de victorias y abundancia, hasta que el ignorante creyó que aquella clara victoria del nuevo dios y su magnífica misión de amor y paz iba  a ser permanente.
Cuando las cosas empezaron a torcerse le dije a mi madre:
Este es Amón que muestra sus colmillos.
En una ocasión dije a Nefertiti:
¿No vas a hacer nada para defender el trono?
Me respondió con un entusiasmo que no me satisfizo:
¡Moriremos defendiendo el trono del dios único!
La verdad es que Nefertiti estaba tan loca como él y arrastraban a Egipto a convertirse en zenizas.
Por ello le Rina es más culpable que Akhenatón debido a su inteligencia y astucia.
En el último momento lo abandonó, para refugiarse en su palacio.

MIRI-RA
En un tiempo fue el gran sacerdote del dios único en Akhetaton.
Le dijo:
Quizá fui la única persona que fui sacada por la fuerza y que se negó a separarse de su señor. Tuve la buena suerte de formar parte del séquito del príncipe desde niño. Estudiamos juntos la religión de Amón y la de Atón. Su amor penetró en mi corazón, allí donde nunca había penetrado ningún sentimiento. En una ocasión se me quejó de que su padre quería insistía en convertirlo en un combatiente. Se miraba al espejo y decía sonriente:
¡No soy ni fuerte ni bello!
La muerte de su hermano Thotmés dejó en él una profunda herida que se agrandó mucho más con la muerte de su hija Mikitatón.
Fue entonces cuando declaró una guerra  eterna contra la debilidad, la fealdad y la tristeza.
Un día lo encontré en su refugio pálido y me dijo:
El sol no es nada. Ayer una imagen visual, una voz más dulce que el aroma de las flores llegó a mis oídos y me dijo:
Yo soy la energía de la cual brota la existencia, yo soy el manantial de la vida, yo soy el amor, la paz y la alegría. Deja que llene tu espíritu con el néctar de los castigados en este mundo.
Desde aquel momento se convirtió en el sacerdote del dios único.
Anunció su fe a los íntimos y más tarde dijo que no creía en los falsos dioses.
Su matrimonio con Nefertiti le aportó una gran felicidad, pero su mayor gozo fue siempre su fe sincera en su dios.
Pude descubrir que se escondía en él  una energía real oculta por su débil  constitución.
Al final nos dijeron que la enfermedad había acabado con él pero yo lo dudo mucho, más bien creo que manos pecadoras se cernieron contra él y separaron su cuerpo de su espíritu puro y eterno.


MAY

Había sido general del ejército  de la frontera en tiempos de Akhenatón y seguía ocupando el mismo cargo. Empezó diciendo:
El Hereje de padre desconocido, subyugó a todo el mundo, los tambores de la guerra enmudecieron dando paso a los cantos y la música y, por orden de una mujer fea disfrazada en pellejo de hombre, me obligaron a mí (el encargado de defender el imperio) a permanecer quieto mientras el Imperio se desgarraba y caía en manos de los rebeldes y los enemigos; mientras las voces de nuestros aliados pidiendo ayuda se perdían en el aire.
Me sentía consternado al comprobar que hombres como AY, Horemheb y NAKHT participaban en aquel engaño.
Cuando me enteré que había ordenado cerrar los templos y echar de ellos a los sacerdotes, me di cuenta que una gran maldición se cernía sobre nosotros, sin distinción de buenos y malos.
Su debilidad tenía un atractivo irresistible para todos los ambiciosos y por ello la gente del imperio anunciaron su fe en el mensaje  de amor y de paz, ayudado por una mujer inteligente como Nefertiti. Su debilidad era el cebo que atraía  a los hipócritas, ladrones y libertinos.
El gran sacerdote de Amón no era partidario de combatir, sabiendo que si me lo permitía acabaría con el Hereje y sus hombres y me reservaría el derecho de ser jefe y el héroe con lo que habría muchos motivos para que yo ocupara el trono.
Hoy se agolpan en torno a Tutankhamón, el sacerdote, AY, Horemheb… acechando al rey. Así van las cosas en Egipto.

MAHU
Le dijo:
Co él terminó la alegría, ¡y que los dioses te perdonen Egipto!
 Á no fui infiel a Amón pero creí por amor a mi Señor, el mejor hombre,  el más dulce y compasivo.
Vivía en el amor y para el amor, nunca hizo daño a ningún hombre ni animal. Su mano nunca se manchó de sangre ni castigó a ningún culpable.

Cuando cogíamos algún ladrón, recuperábamos lo que había robado y le encontrábamos trabajo en los campos, predicándole el mensaje de amor y de paz.

A los asesinos los enviábamos a las minas, dándoles tranquilidad y un sueldo. En los ratos libres se le adoctrinaba en la nueva religión. A menudo encontrábamos ingratitud y traición, pero Él nunca cejó en su empeño.

Su fe era fuerte, firme, inquebrantable, incansable…
Era  el extraño rey que que paseaba en carroza real por las calles de Akhetatón en compañía de la reina sin guardias, hablando con la gente, rompiendo las tradicionales barreras entre el trono y el pueblo.

Pero con el transcurrir de los años la cosas fueron de mal en peor, los hombres resultaron ser fantasmas vacíos que arrastra el viento del otoño como hojas amarillas sin fe ni lealtad.
¿Cuál e tu opinión sobre él?
Respondió perplejo:
Era el espíritu personificado de la dulzura y la pureza, pero no puedo decir más de lo que dicen los hechos que te he contado.

¿Y Nefertiti?
Era la belleza y la magestad.
¡Cuántas cosas se dicen de ella!
 Me dijo claramente:
Te digo que como jefe de la policía no registré nunca un mal paso por su parte, sin embargo leí en los ojos de Horemheb, NAKHT y MAY rebosantes de malos espíritus.
Hasta donde yo se, ella no dio nunca a nadie ocasión de rebasar sus límites.

NAKHT
Ex ministro de Akhenatón.
Le dijo:
Se me escapó el poder y el imperio se desgarró ante mis ojos. Y cada vez que se repite mi tormento me pregunto:
¿ Qué tipo de hombre era mi Señor, al que hoy llaman Hereje?
Por mucho que hablen  de su debilidad y su aspecto afeminado y extraño, consiguió que le amaramos, nos maravilló con su capacidad y precoz madurez. Pero tenía un punto débil, que los asuntos del mundo real no le interesaban. Bromeaba con las tradiciones como lo hace un niño mimado rompiendo jarrones caros.
Lo consideraron loco y estúpido, pero no era ni una cosa ni otra aunque tampoco era normal.
Cuando le exponíamos asuntos de la administración, de economía, las aguas o la seguridad permanecía en silencio, dejando que la reina, quien mostró tener tener méritos inimaginables, exponer su opinión y sus directrices.

Él tenía un gran poder de fascinación sobre la gente. Anunciaba su decisión con una energía asombrosa y el griterío de la multitud se elevaba  hasta el Cielo. Me sentí insignificante a comprobar que de aquella constitución enfermiza se desprendía una energía ignorada y sin precedentes.

A pesar de la sabiduría de Nefertiti, ésta se entregaba a él y su misión haciéndola suya.
Un día me dije:
Ésta mujer o es su compañera espiritual o la mayor embaucadora jamás conocida.

Al final llegó lo que había de llegar.

BINTU
Era el médico particular de Akhenatón.
Comenzó diciendo:
Se diga lo que se diga de Akhenatón al que ahora llaman Hereje, su recuerdo llena de carió nuestro corazón y constituye u desafío a nuestra memoria: ¿ De veras existió un hombre tal entre nosotros?  ¿De veras dedicó su vida al amor?¿De veras dejó tras de sí aquel huracán de odio y aversión?
Mi temor llegó al máximo cuando cogió las fiebres del jansín y contagió a su hermano Thotmés.
La reina Tiy me dijo:
Tienen estreñimiento, mira que amarillos están:
Los examiné y le dije:
Tienen el corazón caliente y el vientre inchado, hay que darles una purga.
Haced una infusión de cerveza y harina seca macerada durante una noche y que beban de ella durante cuatro días.
Antes de esos días murió el más fuerte y se salvó el más débil.

Seguí sus aventuras espirituales con interés y admiración sin límites. Dormía poco, oraba mucho, leía mucho como un sabio y no paraba de preguntar y discutir.

No olvidaré sus palabras riñéndome:
Tú te interesas por el cuerpo como si lo fuera todo, mientras la verdadera fuerza se esconde en el espíritu que es eterno.
¡El cuerpo es un edificio gastado y sucio, de malos hábitos, que se derrumba con la picadura de un bicho cualquiera!
Y exclamó como su hubiera olvidado mi presencia:
No se lo que quiero, pero un gran anhelo me domina. ¡Qué noche más larga y triste!

Cuando su hija Mikitata murió lloró junto a Nefertiti con la máxima tristeza.
A preguntas sobre los comentarios de su sexo respondió:
Su cuerpo tenía características de los dos sexos, así como su rostro, pero era un hombre capaz de tener relaciones y procrear.
¿Has oído hablar de sobre su relación con su madre?
Se lo mismo que has oído tú, pero lo considero una pura calumnia.
La cuestión es que era un hombre por encima de los demás, que anunciaba un reino divino inaceptable para la naturaleza humana. Hizo que cada uno sintiera su insignificancia y los desafió con una insistencia sin precedentes. Y se abalanzaron contra él con una ira terrible y un odio animal…
¿Cuál es tu opinión sobre Nefertiti preguntó Mar-Mon?
Una gran reina de innumerables méritos.

NEFERTITI
Permitieron la entrada a Akhetatón con un permiso del General Horemkeb.
Las gigantescas calles se escondían bajo montañas de escombros, restos de hojas secas y montones de maderas de puertas y ventanas. Los grandes portones se cerraban como párpados caídos sobre ojos en llanto. Entre escombros asomaban restos  de paredes derruidas del templo del dios único, donde habían retumbado los más dulces cánticos sacros.



Cunado pude entrar en el palacio donde estaba recluida Nefertiti, siempre acompañado por un soldado,  Apareció ella vestida con una túnica blanca y holgada. Era delgada, hermosa y magnífica.
Empezó alabando al padre de Mari-Mon y luego le preguntó con amargura:
¿Qué te ha parecido la Ciudad de la Luz?
Él no quiso contestar:
Nefertiti dijo:
Una tarde ya lejana hoy a mi padre, a escondidas, cantando uno de los himnos del príncipe.

Eres bello, eres magnífico,
alegras el corazón de los hombres,
los árboles y las hierbas reverdecen,
los pájaros aletean, los corderos saltan.


 Me lo aprendí de memoria. Y el destino quiso que fuera esa mariposa atraída por la luz que terminará quemándola.

Nos invitaron a la fiesta de los 30 años de reinado y cuando vi al príncipe, delgado y endeble, fue una  decepción para mis sueños, ya que   lo había imaginado como una estatua de luz. Sin embargo, enseguida superé aquella decepción y fui más allá de su penosa apariencia para encontrar el espíritu que en ella se escondía. Aquel que el dios único había elegido para difundir su mensaje de amor. A él juré  fidelidad en mi interior por toda la eternidad.
Me dirigió una mirada penetrante y nuestros ojos se y nuestros ojos se encontraron por primera vez.
Al día siguiente mi padre dijo, la reina quiere ver a Nefertiti.
En la visita, la reina me preguntó:
¿ Te llamas Nefertiti?
Asentí con la cabeza.
Un nombre muy apropiado. ¿Cuántos años tienes?
Dieciseis años.
Pares mayor. ¿Para qué crees que te he mandado llamar?
Para algo que yo no merezco. Sonrió.
Con sinceridad. ¿El amor ha llegado a tu puerta?
Dije sin dudarlo:
No, mi señora.
¿Nadie ha pedido tu mano?
Muchos pero ninguno le ha parecido bien a mi padre.
Háblame del caballero de tus sueños. ¿Cómo quieres que sea?
Quiero que tenga la fuerza del combatiente y la fuerza del sacerdote.
¿Y si tuvieras que escoger?
Prefiero al espiritual.
¿Has visto al heredero?
En la ceremonia, mi señora.
Te he elegido como esposa de mi hijo. Prométeme que serás mi fiel colaboradora.
Os lo prometo.
 Después en casa me dijo mi padre: Tu madre se alegra hoy en su tumba.
Quizá ella sí
La fortuna no te podía otorgar una ocasión mejor para ser feliz.
¿De veras crees que tengo felicidad?
El trono da gloria pero la felicidad depende de la sabiduría de cada uno.
Le dije:
Cuánta razón tienes, padre.
Después de la celebración, en la habitación, me hizo poner en pie sobre la cama y, abrazando mis piernas susurró:
¡Eres el sol de mi vida!
Mi espíritu se contentaba con la luz que de él emanaba, pero mi cuerpo se marchitaba ante su extraño aspecto.
Me dijo:
Te amé desde el momento en que te vi, en la fiesta, y corrí a  comunicar mi deseo de casarme contigo a mi madre.
Era el turno de hablar y decir algo verdadero:
Creí en ti y en tu dios antes de conocerte.
Así me lo dijo tu AY, tu eres la primera creyente, Nefertiti.
Seré la primera en cantar los himnos al dios en su templo. Te lo prometo.
Mis sentimientos religiosos se dispararon, pero mi vida real se fue endureciendo en la tristeza y el silencio.
El futuro jugaba con mi cuerpo delicado y hermoso.
Mi señor vivía en la verdad y lo que más aborrecía era la mentira y los mentirosos.
Nunca me preguntó si los amaba.
Un día la reina Tiy me mandó llamar a su salón y me comenzó a inspeccionar mi cuerpo y sonriendo me dijo:
Debes cuidarte, en tu vientre hay una nueva vida que algún día será parte de la historia de este país.
La reina era una mujer fuerte e inteligente, magnífica. Mi marido la amaba de una manera extraordinaria, y ella lo consideraba de su propiedad.
En aquel periodo de nuestras vidas conocí el alcance de la energía de mi marido, oculta hasta entonces en su debilidad corporal; percibí la dureza de su espíritu, la energía de sus designios, la violencia de su valor y su firmeza ante los desafíos. Una vez más dijo:
Ni las montañas de piedra que son las pirámides me apartarán de mis objetivos.
Me enfrenté a la reina Tiy a consecuencia de creer en el dios único.
Pronto se ordenó al príncipe que saliera al frente de la expedición  que debería recorrer todo el imperio.
Sentí que Tiy empezaba a castigarme privándome de mi marido a punto de dar a luz.
Cuando se marchó, pasé por una experiencia nueva, que nunca había imaginado. ¿Qué sucedió durante aquellos días?
La luz del mundo se apagó y me vi envuelta en una soledad espantosa y asfixiante. La  tristeza me envolvía. Añoré a mi señor en cada rincón de la casa y a todas las horas del día. No podía imaginar que él representara tanto en mi vida. No solo como maestro sino como marido y amante. Lloré de arrepentimiento por mi ceguera, ansiosa de lanzarme a sus pies.
Me vinieron los dolores de parto casi al mismo tiempo que ala reina Tiy. Yo tuve a Miritatón y la reina tuvo dos gemelos, Samankhra y Tutankhamón. Cuando supe qu había tenido una niña me sentí abatida.
El rey Amenhotep III s
Había pedido la mano de Tadu-Hepa, hija de un rey amigo, con tan solo 15 años y muy pronto el rey murió.
Mi amado no tardó en llegar con su talle alto y delgado y su afecto que disipó las tinieblas.
Corrí hacia él y le abracé con todas mis fuerzas.
Me miró a los ojos un instante y me dijo:
¡Al fin llegó el amor, Nefertiti!
Yo t amé antes de verte.
Pero no me has amado como marido hasta este momento.
Ocupamos el trono en un ambiente de amenazas y desafíos, y pronto apareció la energía oculta de mi marido en todo su esplendor.  Expuso su religión a su hombres y todos anunciaron su fe.
Heredó el harén de su padre incluida Tadu-Hepa y su madre  le recodó que tenía obligaciones que cumplir para con ellas.
Un día en el jardín le pregunté:
¿Cuál es tu intención respecto al harén?
¡No me despierta ningún deseo!
Terminada la construcción de un nuevo templo para el dios único en Tebas fuimos a inaugurarlo en comitiva, pero los sacerdotes salieron  al paso paso del rey  gritando consignas a favor de Amón.
En aquel periodo vivimos tranquilos y felices, aunque nos acechaba un ambiente hostil y muy tenso.
A su debido tiempo nos trasladamos a la nueva ciudad de Akhetatón.
Por las tardes salíamos a pasear, en nuestra carroza real, sin guardias, por las avenidas de Akhetatón ante un pueblo entusiasta.










Recorrimos todo el país predicando la fe del dios único de victoria en victoria.
Vivía con él en la verdad y creía cada palabra que salía de su boca.
Tuvimos que soportar la muerte de mi primera hija.
El ministro NAKHT nos visitó para anunciarnos con pelos y señales la mala situación de las cosas, pero mi señor era inconmovible.
La reina Tiy vino a visitarnos y nos dijo con violencia:
Pronto comenzará una guerra civil. Tienes el ejército y la policía apresúrate antes de que el trono se desmorone.
Respondió:
Nunca ordenaré que se derrame una gota de sangre.
Sus máximos colaboradores le informaron que el enemigo estaba infiltrado en todo el imperio, los países sometidos se han rebelado y estamos rodeados en Akhetatón.
Y mirándolos a la cara sentenció:
Os relevo de serme fieles.
Me sorprendió la fe inamovible de mi amado.
Horemheb me dijo:
Hacer algo, hacer lo que podáis. Lo matarán si remedio, si insiste en su postura, incluso es posible que lo haga uno de sus hombres.

Me asaltaron algunas dudas sobre mi fe y me planteé como podía salvar a mi señor. Se me ocurrió que si le abandonaba su firmeza se debilitaría y aceptaría someterse a la voluntad des sus hombres  y renunciaría al trono. Fue así como abandoné a mi amado y su palacio y me refugié en mi palacio particular.